¿Cómo es el proceso de venta de una casa heredada?

Para poder realizar la venta de la casa heredada es necesario realizar todo el trámite para poder aceptar la sucesión. Hay que solicitar una serie de documentos y certificados para ello: certificado de defunción, certificado de últimas voluntades y copia autorizada del testamento, en caso de que exista, o declaración de herederos.

Tras la venta de una herencia hay que pagar dos tributos: el IRPF y la plusvalía municipal. Si es una herencia de varias personas, dichos impuestos serán abonados de manera proporcional a lo que cada heredero recibió.

Tras conseguir toda la documentación, el siguiente paso es que todos los herederos acepten o rechacen la herencia. En este paso entra en juego la existencia o no de un testamento.

Si existe un testamento, habrá que recolectar todos los datos de los herederos y el inventario con la información de los elementos a heredar por el fallecido. Estos se repartirán según estipule dicho testamento.

Si no existe testamento, será necesario la realización de la declaración de herederos para que el notario determine quiénes son los herederos según la ley.

Si alguno de los herederos quiere rechazar parte de su herencia, el resto de partícipes pueden acudir a un notario con la finalidad de solicitar un acta de notificación. En ella, el notario notifica la necesidad de presentación del heredero en cuestión dentro de los 30 días de recibida el acta aceptando o rechazando su parte. La ausencia de una respuesta se considera como aceptada por defecto.

Al heredar bienes inmuebles los impuestos que deben ser tributados son:

Impuesto de sucesiones: se trata del impuesto que grava la transmisión de bienes y deberes ante el fallecimiento de una persona a título gratuito. Debe pagarse en la Hacienda competente de la comunidad donde el fallecido residía.

Plusvalía municipal: este impuesto grava el aumento del valor del suelo desde la adquisición de la propiedad por el fallecido hasta la recepción de esta por la herencia. Se abona en el ayuntamiento donde se localiza el inmueble dentro de los seis meses tras la defunción, con una posible prórroga de otros seis más.

Este paso no es una acción obligatoria por ley, pero es un paso recomendable si se quiere vender el inmueble, pues le otorga un marco legal a la transmisión. Ante la solicitud de la inscripción con la documentación pertinente, el Registro tendrá un plazo de 15 días para llevar adelante la petición o notificar la existencia de algún problema que impida su concreción.